El aislamiento obligatorio en casi todo el mundo que alteró todos los planes económicos y organizativos, obliga a comenzar a pensar distintos caminos de contingencia para poder reiniciar la actividad de la manera más efectiva posible al momento que toque hacerlo. Dentro de la Fórmula 1 se barajan varias opciones para poder hacer un calendario con la mayor cantidad de carreras posible.

Una de ellas es, en el poco tiempo que les va a quedar del año, llevar a cabo ocho eventos con dos carreras cada uno (por supuesto sin público). No se sabe si para este plan, las dos carreras se realizarían sábado y domingo o si por otro lado se correría una carrera el domingo y otra a los tres días el miércoles. La idea principal sería no salir de Europa para reducir costos en medio de esta crisis económica y también para que los integrantes de los equipos sufran menos desgaste al ser carreras tan pegadas unas a las otras.

El gran problema pasa por la organización de las carreras, ya que si no se permite la asistencia de público será muy difícil que los organizadores de cada Gran Premio accedan a este acuerdo, ya que en su mayoría ellos reciben ganancias con el dinero de las entradas. Por ejemplo Zandvoort en Holanda ya dejó en claro que no habría carrera de no haber público.